No se como encontrarte y abandono las sombras, la espesa
niebla que bordea los muros, los sonidos fuertes de la casa alegre, los vicios
que me ahogan y el anclaje sordo que mi pide el vuelo para no agobiarme de este
mal que siento.
Y floto en penumbras sobre amargos techos, sobre calles
mudas con faroles muertos, con tedios que cansan y me piden vuelo para no agobiarme
de este mal que siento.
Y vuelo en silencio observando todo: el grueso aguacero que
inunda los barrios, el suceso infausto que altera las cosas y el vuelo nervioso
de las mariposas.
Volando tropiezo con luces que ciegan y cierro los ojos
volando más alto, evito los rayos y en un sobresalto me lleno de aureolas con
el mismo canto.
Y fluyo cual agua cayendo al abismo en espesas nieblas que
acercan la sombras, mi cuerpo se alarga pidiendo más vuelo para no agobiarme de
este mal que siento.
Hola, Gerardo.
ResponderEliminarSolo vuelo en sueños, pero es hermoso lo que se siente al volar.
Hermoso tu vuelo.
Después de unos cuantos días ausente de visitar y comentar vuelvo a visitar tu espacio, leerte y disfrutar de tus letras, dejando mi huella con un abrazo.
Te deseo un buen fin de semana
Ambar