DE LO QUE HA QUEDADO

Sólo ha quedado la imagen perdida en la memoria de un sueño que bailó su danza de esperanzas y hoy duerme como ruinas mitigando el tiempo.
Solo ha quedado lo que allí se arrastra sobre un río que humedece y ahoga todo lo que ayer fue mío. Sólo incertidumbre ante el anhelo que agoniza en el vuelo de un pájaro herido por la procaz indecencia de palabras sin mañana.
Sólo ha quedado el crepitar de hojas secas muriendo con el tiempo, el contener la esperanza para que no sea cortada abruptamente en la memoria del olvido.
Sólo ha quedado el resplandor de un sueño fugaz que me llenó de mariposas para luego despertar con el sol de los denuedos y seguir debilitando mi tristeza.
Seguir pensando de lo que ayer fuimos mirando los reflejos de un espejo donde brota la imagen desacorde y la imagen de un hoy con flores marchitas del recuerdo.