CUANDO EL AMOR MUERE


 

Quien podrá entendernos cuando solos estemos.
Cuando el amor y la esperanza solo sean palabras perdidas en la multitud, que tampoco entiende por ser errante y lejana.
Nadie llegará con el consuelo a las almas rotas y en el denuedo de los días, seguiremos con las manos vacías y los ojos mirando la tristeza.
No habrá quien nos aparte de la tumba silenciosa, ni del tormento anudado en un corazón que ya ha perdido el sueño y transita jadeante por el mundo.
Nadie entenderá que en el morir/viviendo nos volvimos simples luchando con la muerte, incapaces de surgir como una llama desde un rescoldo que se apaga lentamente.
Se perderán las huellas de los días felices, de las noches de amor y de ternura, del querernos sabiendo que sabíamos cual era el fruto del amor eterno.
Ya nadie entenderá que somos nada, que estamos solos bajo la noche estrellada, bajo una sombra que no nos deja ver la aurora de un mañana, de un instante en oración para apoyar los labios que claman a Dios, diciendo en su silencio que el amor murió.

1 comentario:

  1. Adelante amigo Gerardo, que NO, estás solo, EL, está contigo y con todos nosotros.
    Nunca solos del todo estamos, la sombra de lo vivido siempre nos acompaña.
    Errante y lejana podrá ser la multitud, pero buscan el amor y la esperanza sin saber que anida en su propio interior.
    Las manos vacías estarán, llenas de vivencias, y los ojos que miran a la tristeza, habrán visto muchas alegrías.
    La tumba silenciosa está en nosotros desde que nacemos, y el corazón jadea transitando de sueño en sueño.
    Lentamente se apaga la llama, porque empezamos a morir en el momento de nacer, pero ese rescoldo, dura justo el tiempo necesario, para caldearnos en nuestra senda.
    Por saber cual, es el fruto del amor ETERNO, nunca las huellas de los días felices, ternura y amor, se pierden, todo se guarda en el eterno recuerdo.
    Nada somos eso es cierto, y a la vez somos el TODO, en pequeñas porciones repartido,
    Las estrellas, la luna, la noche, el sol, la Luz, la sombra, la mañana, el día y de nuevo la noche, los instantes de oración aparecen cuando los necesitamos, ya que todo lo hacemos con buena voluntad e intención, es la mejor oración, el silencio es un tesoro que al escucharlo calma, el alma, porque el Amor es Vida y la Vida es Amor.
    Un abrazo.
    Ambar

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